"Una Noche para Bailar, una Tragedia para Llorar": El colapso que enlutó a República Dominicana
- Alexander Puccini
- Apr 9
- 3 min read

Santo Domingo, R.D. – Lo que debía ser una noche de fiesta, música y recuerdos se convirtió en una de las tragedias más impactantes que ha vivido la República Dominicana en los últimos años. El lunes 7 de abril, pasada la medianoche, el icónico cantante de merengue Rubby Pérez subía al escenario de la discoteca Jet Set para deleitar al público con su repertorio más querido. Minutos después, el techo del establecimiento se desplomó sobre una multitud que bailaba al ritmo de “Volveré”, causando el caos absoluto.
El colapso dejó un saldo preliminar de 113 muertos y más de 150 heridos, cifras que podrían aumentar mientras las labores de rescate continúan. Entre los fallecidos se confirmó la pérdida de figuras públicas como el exbeisbolista Octavio Dotel y la gobernadora de Monte Cristi, Nelsy Cruz, quienes asistían al evento como invitados especiales.
Rubby Pérez, “la voz más alta del merengue”, también pereció en el siniestro. Con 69 años y una carrera artística de más de cuatro décadas, Pérez fue símbolo de la alegría caribeña. Su energía sobre el escenario, su estilo impecable y su legado musical lo convirtieron en una leyenda del género. Su muerte ha estremecido no solo a su país, sino a toda la comunidad latina que creció con su música.
La estructura del olvido
Testigos aseguran que antes del colapso se escucharon crujidos y vibraciones en
el techo. Algunos lograron salir corriendo; otros no tuvieron la misma suerte. Las imágenes posteriores son desgarradoras: escombros, cuerpos cubiertos, celulares sonando sin respuesta, y familiares buscando desesperadamente noticias de sus seres queridos.
Las investigaciones preliminares apuntan a una negligencia estructural. La discoteca, que tenía décadas en funcionamiento, no había pasado una inspección técnica en los últimos años. Las denuncias de empleados y técnicos contratados en el pasado coinciden: filtraciones, grietas visibles, y techos debilitados. Sin embargo, el negocio seguía operando normalmente, atrayendo semanalmente a cientos de personas sin que se atendieran las advertencias.
El llamado urgente de una fundación con propósito
Ante esta dolorosa realidad, la Fundación Look Inside ha alzado su voz, visiblemente conmovida por la tragedia. En un comunicado emitido horas después del incidente, la organización hizo un llamado firme y urgente a los propietarios de locales nocturnos, centros comerciales, auditorios y espacios de eventos a que mantengan sus infraestructuras bajo revisiones constantes y rigurosas.
“La prevención salva vidas. La belleza de un show no puede sostenerse sobre techos que amenazan con derrumbarse. Que esta tragedia no sea en vano”, señaló Virggi Lopez vocero de la fundación.
Look Inside también anunció la activación de una red de voluntariado para brindar apoyo psicológico a los familiares de las víctimas y a los sobrevivientes, así como la disposición a colaborar con las autoridades en auditorías civiles sobre la seguridad de recintos públicos.
Un país de luto, una herida abierta
El presidente dominicano decretó tres días de duelo nacional. Las banderas ondean a media asta mientras en cada rincón del país suena alguna canción de Rubby Pérez, como si el eco de su voz pudiera consolar lo inconsolable. Las redes sociales se han llenado de homenajes, videos de su última presentación y mensajes de solidaridad de artistas internacionales, especialmente del ámbito latino.
El país no solo llora a un ídolo musical, sino que enfrenta una dolorosa verdad: cientos de vidas pudieron haberse salvado si se hubieran tomado las medidas necesarias.
Ahora, entre escombros, lágrimas y preguntas sin respuesta, queda un compromiso que no puede esperar: garantizar que cada espacio público sea seguro para el pueblo que lo habita. Porque la música no debería callarse de golpe. Porque bailar no debería costar la vida. Y porque las tragedias evitables son las que más duelen.
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